Apenas tienen dos años que decidió  apostarle al teatro y ha participado en grandes puestas en escena como: Timbiriche, Shrek, Cats, entre otros. Sin embargo, asegura que involucrarse en el mundo de las artes es uno de los mejores privilegios.

Tiene mil historias guardadas, pero hay una que la marcó: “Cuando estaba haciendo Timbiriche me tocó interpretar a una mamá que tenía un esposo desentendido, trataba súper mal a mi hija, etc…Entonces un día la mamá de esta pequeña actriz se me acercó y me dijo que era difícil porque la niña estaba viviendo lo mismo en su casa”

Jenny con lágrimas en los ojos nos muestra que el teatro rompe fronteras y líneas, sin saber lo que los artistas tienen detrás. Subirse a un escenario y recrear lo que en algunas ocasiones estás viviendo es sumamente complicado, pero liberador.