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La música no tiene edad

Por: Rebeca Resendiz 

Rubén Pérez Cásares de 49 años edad, se lanzó al mundo de la música con tan solo 9 años gracias a un profesor de música que vivía en su barrio, desde ese momento para Rubén, la música se convirtió en algo más que un pasatiempo. Hoy en día tiene una Licenciatura en Etnomusicología y toca diversos instrumentos musicales de folklor en la banda, Selva Negra, la Orquesta Nelson Candela y la banda de Reggae mexicano, Los Rastrillos (que lleva 30 años de trayectoria y ha participado en grandes escenarios como el Vive Latino 2019).

REGGAE MEXA LA MUSICA NO TIENE EDAD REBE

 “Gracias a esto conocí a muchas bandas de Reggae mexicano, compaginé muy bien con Los Rastrillos, a ellos les gustó mucho lo que yo hago, me pidieron que me echara un palomazo ya que toco varios instrumentos tradicionales y prehispánicos, entonces les gustó meter esa parte como mexicana-prehispánica a su música y me invitaron a tocar con ellos”.

Rubén comenzó a clavarse en el universo del reggae a principios del año 2000, desde ésta fecha ha tenido la oportunidad de compartir escenario con verdaderos íconos como; Jimmy Cliff, UB40, Demian Marley, Lee “Scratch” Perry, Totó la Momposina, Panteón Rococó, Café Tacuba y un sinfín de artistas consolidados no solo en ámbitos del reggae.

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“No sé si fue una casualidad o causalidad pero cuando estudiaba en la Escuela Nacional de Música, la carrera de Etnomusicología, lo que te piden normalmente son 3 años de propedéutico, que es como una carrera técnica y después haces un examen para acceder a la Licenciatura, entonces cuando hice ese examen, también hice una tesina sobre el Reggae, un estudio comparativo del reggae mexicano y el reggae jamaiquino y cómo llegó a México”.

Con el paso del tiempo, Rubén asegura que cumplió el sueño que tenía desde niño y el que todo músico quisiera cumplir cuando se dedica de lleno a la onda musical, vivir para y de la música. Además, para él es una satisfacción tan grande que reconozcan su trabajo, no solo en México, también en diversos países de América Latina.

“Obviamente me da alegría, me gusta que esto suceda, me gusta que a le gente le guste el trabajo que yo hago, que para eso lo hago principalmente y fíjate que los nervios nunca se quitan, yo creo que cuando a un artista se le quitan los nervios ya no tiene caso seguir en la música. A veces te traicionan, a veces te echan ‘palante’, dependiendo de cómo los manejes en ese momento, entonces, no sé si a estas alturas del partido pueda llamarlos nervios o emoción antes de subirme a un escenario”.

Para finalizar, el artista concluyó con que dejará de tocar hasta que su cuerpo se lo permita, “hasta que sus capacidades físicas le den chance” y le recomienda a los nuevos talentos que su objetivo siempre sea claro, que se dediquen a la música siempre y cuando los ingresos económicos sean el resultado de su trabajo y nunca el motivo por el cual se adentraron a la onda de los escenarios. Como consejo, asegura que la familia es lo primero y que hay que aferrarse a los sueños y jamás abandonarlos, porque nunca se sabe cuándo llegará ese día en el que la gente coreé tus canciones.

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