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MI JÓVEN VIDA, UN ACORDEÓN Y MÚSICA VIEJA

Por: Rebeca Resendiz

Rafael Resendiz Valera, es un chico que a sus 14 años le ha tomado un gran amor y cariño a la música, ya que asegura que es un sentimiento especial: “Recuerdo que cuando era niño, yo veía y escuchaba especialmente a mi abuelo, un hombre veracruzano con un gusto musical muy singular. Me gustó su forma de ser, un hombre humilde proveniente de un rancho, gracias a él adopté el gusto por la música norteña, huapangos, la polka, un sinfín de gustos musicales que no cualquier niño de mi edad tendría”, mencionó.

Hace aproximadamente ocho meses, Rafael recibió el mejor regalo de parte de su abuelo, un acordeón. Detalló que nunca ha tomado clases de música o alguien que lo asesore personalmente, sin embargo, ese no fue ningún impedimento para aprender a tocar, tomó su acordeón y empezó a practicar desde cero y conocer el instrumento musical a través de tutoriales en YouTube.

Actualmente ha logrado dominar su acordeón y sabe tocar algunas canciones populares como, “La chona”, “Ni parientes somos”, “Las mañanitas”, por mencionar algunas; aún sigue practicando y puliendo su talento, puesto que tiene muchas metas a pesar de su corta edad.

Rafael desea aprender a tocar más instrumentos, especialmente el saxofón, el piano, la guitarra acústica, el bajo, la batería, la armónica, el violín y el clarinete. 

Las luces en un rapero

Para él los instrumentos no lo son todo, ya que además de la música, también le gusta cantar, algunos de sus ídolos más grandes son Pedro Infante y Antonio Aguilar; en varias ocasiones ha tenido la dicha de cantar con mariachi en algunas fiestas familiares o en compañía de amigos.

Dentro de los planes de Rafael no se encuentra el conseguir un trabajo formal, asegura que su sueño más grande es cantar y convertirse en una de las voces mexicanas más reconocidas del país, es por eso que trabaja duro para alcanzar su meta y sobre todo disfruta este camino de aprendizaje.

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